El titanio es un metal liviano de excelente tenacidad, resistencia a la fatiga y resistencia a la corrosión que, debido a su alta relación peso/resistencia, resulta un material ideal para aplicaciones de ingeniería o industria médica. También es biocompatible y no es magnético.
El titanio puede formar aleaciones con hierro, aluminio, vanadio y molibdeno entre otros elementos, ideales debido a sus propiedades de ligereza y resistencia, para la construcción de piezas para naves aeroespaciales, misiles, almacenamiento y transporte de productos químicos y petroquímicos, automoción, prótesis médicas e implantes ortopédicos, instrumentos e implantes dentales, aparatos deportivos, joyería o dispositivos móviles.
Entre los diversos grados de aleaciones de titanio existentes, voestalpine High Performance Metals Argentina comercializa los siguientes grados:
Para prótesis quirúrgicas, implantes dentales, reconstrucciones maxilofaciales, industria papelera (elementos en contacto con ácido clorhídrico y sus derivados), industria naval (elementos que requieran alta resistencia y se encuentren en contacto con agua marina), etc.
Para prótesis quirúrgicas, implantes dentales, reconstrucciones maxilofaciales, industria papelera (elementos en contacto con cloro y sus derivados), industria naval (elementos que requieran alta resistencia y se encuentren en contacto con agua marina), resortes industriales, etc.
Para prótesis quirúrgicas, elementos para liposucción, reconstrucciones maxilofaciales, partes y piezas de bicicletas y elementos deportivos, resortes industriales, etc.
La resistencia a la corrosión del titanio depende principalmente de un film superficial protector delgado de óxido. El Titanio y sus aleaciones desarrollan óxidos superficiales sumamente estables, de alta integridad, tenacidad y buena adherencia. Si este óxido superficial es rayado o dañado, se regenera inmediatamente en presencia de aire o agua. La película protectora de óxido es favorecida a medida que aumenta el carácter oxidante del ambiente. Por ello el titanio resiste a la corrosión en ambientes levemente reductores, neutros y altamente oxidantes hasta temperaturas elevadas. Resiste la acción de ácidos sumamente agresivos (salvo los ácidos clorhídrico y fluorhídrico) que destruyen rápidamente a otros metales como el acero inoxidable. Se utiliza ampliamente en la industria química y petroquímica, como también en la construcción de partes expuestas al agua salina tales como piezas de barcos y plantas industriales costeras.